Otra vez, insolencia contra mí mismo.
Otra vez, veras escritos que llegan a tu puerta.
¿Esa es mi parte humana?
Cansado y sigo caminando,
Perdiendo y sigo apostando.
Muerto y recostado soñando.
Tengo la madures de decir que
Ya no tengo nada.
Y la madures para decir que conquistare
Todo, menos tu.
¿Qué más puedo ofrecer?
Lo que está en las estrellas,
Lo que está en mis sueños.
Lo que te gusta, y lo que odias.
Eso ofrezco.
Como lo ves, perderé.
Perderé jugando como buen picado,
Perderé y querré revancha,
Ese juego entre tú y yo
Realmente No me importa.
No me importa mi felicidad,
Ni la tuya, me importa la felicidad de
La gran mayoría, de los niños que
Mueren por pan. Me importa la felicidad
De los trabajadores angustiados por el
Susurro de la cesantía.
Eso me importa, no doy mi vida por ti.
Ilusión egoísta.
No daré mi sangre por ti, a menos que sea
A ejemplo para agrandar mi ejército de soñadores.
No te daré nada que no sea mi forma de ver el mundo.
Y si lo quieres quédatelo, solo tengo para ti cartas,
Carteros y sueños
Adiós, se feliz, que mi realidad pide mi vida y mi sangre.
Adiós porque tu solo me pides ilusiones.
Adiós porque en realidad,
Soy muy mal perdedor.
